Estimulación temprana, educación a tiempo: 6 pilares de la educación inicial a partir de los 2 años
En las últimas décadas se han producido investigaciones muy significativas que demuestran la importancia de atender el desarrollo y brindar una educación a tiempo o estimulación temprana, en los primeros años de vida.
Desde el período prenatal existen experiencias que afectan al niño e impactan profundamente en su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social en el futuro.
Para lograr adultos felices y con una sana autoestima, la mejor opción es complementar la educación que brinda cada familia con la de un Jardín de Infantes que impulse mediante la estimulación temprana al desarrollo integral del alumno.
¿Cómo se trabaja en APDES la estimulación temprana entre los 2 y los 5 años de vida?
Apdes tiene como misión “desarrollar una educación de calidad que ayude a padres y madres en la educación de sus hijos e hijas” con el propósito de que cada alumno/a pueda desarrollar su propio proyecto de vida y sea feliz. Para ello y atentos al impacto que tiene la educación en los primeros años de vida, proponemos desde sala de 2 años un proyecto que pone foco en la estimulación temprana o a tiempo, apoyándose en los siguientes ejes: El juego es indispensable para el desarrollo integral de la persona. Lo consideramos una herramienta pedagógica que es medio y fin para los procesos de aprendizaje. A través del juego los niños aprenden a gestionar sus emociones y ponen en práctica roles sociales que desempeñarán siendo adultos. Un niño está jugando cuando con placer focaliza en la actividad que está haciendo más que en el resultado: su propósito es el juego y no lo que está aprendiendo. Todo lo que mencionamos da una idea resumida de lo valioso que es poder generar espacios lúdicos que desafíen al niño a jugar. Desde la sala de 2 años, el juego atraviesa transversalmente todo lo que se hace en el Jardín y, a su vez, existen espacios planificados en los que la actividad lúdica se lleva a cabo con una intencionalidad.- Psicomotricidad, para establecer un contacto sano y seguro con el mundo.
- El lenguaje como medio para generar vínculos, aceptar la diversidad y generar un pensamiento crítico.
- analizar la lengua oral en sus unidades sonoras desde la más amplia hasta la unidad de fonema,
- pensar el lenguaje como un medio no sólo para comunicarse sino también adoptar una actitud metalingüística,
- conocer cómo se compone el lenguaje y cuáles son sus unidades sonoras (oración, palabra, sílaba, fonema), lo cual es una herramienta básica para poder expresarse con claridad.
- Descubrir que esta lengua oral tiene una forma escrita, lo cual se evidencia en un buen dominio de la conciencia fonológica.
- Educación emocional desde un ambiente que utiliza las herramientas de la Disciplina Positiva.
- El sentido de pertenencia: que implica comprender las situaciones desde la perspectiva del niño. Nuestras salas se transforman en espacios seguros, donde cada cada alumno/a siente que lo esperan, que aporta y que es importante.
- La motivación para el logro de la autonomía: porque cada niño es único no ponemos expectativas uniformes. Nos enfocamos en dar a cada uno lo que necesita, sin comparar ni premiar resultados y alentando procesos personales.
- La conexión antes que la corrección: disponemos de espacios en los que priorizamos conectar con las vivencias personales de cada niño para poder comprender su conducta.
- Los mensajes de afecto: asegurar el mensaje de afecto y pertenencia requiere un tiempo (ralentización). Los apuros no tienen cabida en el acompañamiento de la infancia, menos aún en el contexto actual. Es vital distinguir entre la conducta y el niño, sin condicionar el afecto, haga lo que haga.
- Las rutinas: porque la infancia necesita rutinas para hacer su realidad anticipable y, por lo tanto, segura.
- La Fe como camino para llegar a la felicidad, a través de las pequeñas cosas del día a día.